Leica trae la perfección del Lente asférica en punto rojo, que ofrece al cazador un punto de extraordinaria claridad en 12 niveles de intensidad, una imagen perfecta y sin curvaturas, una puntería increíblemente libre y limpia incluso en movimiento.
Tempus se obtiene de un único pieza de aluminio, sus clics son precisos y fiables, la batería se puede sustituir sin desmontarla, libre de paralaje más allá de los 50 metros.
LEICA TEMPUS ASPH LA ÓPTICA DE CAZA DEL PUNTO ROJO
La Nuevo Tempus ASPH. Sport Optic de Leica marca un avance extraordinario en los sistemas de observación de puntos rojos para la caza guiada. Gracias a su experiencia en el campo fotográfico, Leica es el primer fabricante importante en diseñar su visor de punto rojo con una lente asférica que produce un punto iluminado aún más nítido y brillante, una calidad de imagen muy alta y un confort visual extraordinario.
Las ventajas de esta innovación se perciben inmediatamente en la nitidez de la imagen con contrastes esculpidos y fidelidad cromática absoluta, en la puntería limpia con ausencia de curvaturas incluso en movimiento, en la libertad de apuntar muy rápidamente con ambos ojos abiertos y la sensación visual de que el La estructura del instrumento prácticamente no existe.
El punto iluminado en 12 niveles de intensidad está tan definido que parece completamente similar al de los mejores visores y por lo tanto no perturba la localización del objetivo. Puedes elegir en la versión 2 o 3,5 MOA.
La estructura compacta y ligera del Leica Tempus ASPH. está fabricado en una sola pieza de aluminio macizo, garantía de gran estabilidad y robustez. Es impermeable, compacto y liviano (53,5 x 34,5 x 28 mm por 37 gramos). El sistema de clic es preciso y fiable, garantiza un ajuste máximo de 100MOA x 100MOA y se desbloquea/bloquea simplemente con una llave Allen.
Tempus también muestra su excelencia en detalles, como la posibilidad de sustituir la batería sin tener que desmontar el instrumento, apagado automático después de 4 horas de inactividad y precisión de puntería incluso a distancias más largas gracias a la ausencia de paralaje más allá de los 50 metros.
